Hay dos momentos bien marcados en la escena, que definen
la estética que debe tener. Para el
comienzo, hay que utilizar una iluminación naturalista, tratando de
captar la luz que entra a la habitación por la ventana.
La segunda parte comienza
cuando Natacha comienza a leer el libro de poemas y su voz en off conduce las
imágenes. Aquí la escena da un giro surrealista y onírico, por lo que la
iluminación cambia y se vuelve mucho más “inestable”, variando su intensidad a
tal nivel que, por momentos pasa de desaparecer completamente a volverse tan
fuerte que parece el destello de algo celestial que ilumina a los personajes. Esta
inestabilidad también debe quedar evidenciada con el juego de sombras que
afecta a los protagonistas, mientras uno está iluminado, el otro está en la
oscuridad. Que todo sea en blanco y negro ayuda a que estos cambios no parezcan
tan bruscos, entonces cada plano se mueva con cierta fluidez que refuerza la
idea de una secuencia surreal.
El tema de vestuario y ambientación, salvo el peinado del
personaje de Natacha y en menor medida su vestido, no deja la escena anclada a
una época específica, por lo que la idea es replicar lo más parecido posible el
vestuario de los personajes (vestimenta formal, como el traje de Lemmy y el
vestido recatado de Natacha) sin la necesidad de ambientar el lugar de
filmación como si fuera un período exacto de la historia.
Guión Técnico.
Guión Técnico.
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